viernes, 27 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Magdalena (alimento)
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Magdalenas caseras
Magdalenas redondas y cuadradas
La magdalena es un postre tradicional de la región de Lorena, en Francia, que se ha extendido por toda Francia y España. Las magdalenas tienen la forma de una pequeña concha, que se obtiene cociéndolas al horno en una placa metálica que tiene hoyos en forma de conchas. Hoy en día se suelen hacer en pequeños moldes de papel rizado. Tienen un gusto similar al bizcocho aromatizado con limón.
La receta tradicional lleva huevos, azúcar, mantequilla, harina de trigo, levadura y aroma de limón obtenido generalmente de la cáscara. En la receta tradicional francesa, se baten las claras de huevo a punto de nieve para dar más ligereza a la masa.
Contenido[ocultar]
1 Referencias literarias
2 Posibles orígenes de la magdalena
3 Notas y referencias
4 Enlaces externos
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Referencias literarias [editar]
Quizás las magdalenas sean más conocidas fuera de Francia por su presencia en la novela de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido ("Por el camino de Swann), en que el narrador recobra la memoria de su infancia después de oler y comer una magdalena mojada en té.
Magdalenas de Commercy
Sin embargo, Proust se refería a la variedad concreta de Commercy, en Lorena, a la que llamaba "petite madeleine"[1], que no se deshace al empaparse.
Posibles orígenes de la magdalena [editar]
La magdalena de Commercy debería su nombre a una joven criada llamada Madeleine Paulmier, que en 1755[1] habría elaborado estos pastelitos para el rey de Polonia Stanislas Leszczyński, que tenía allí un palacio. Esta tradición es todavía muy popular hoy en día.
Otras fuentes señalan que las magdalenas remontarían a la época de los peregrinajes a Santiago de Compostela. Una joven llamada Magdalena habría servido a los peregrinos unos pastelitos en forma de concha, símbolo de este peregrinaje. Las "magdalenas" se habrían extendido a lo largo de los caminos de Santiago, lo que explicaría su tradicional implantación en España.
viernes, 30 de octubre de 2009
Estas magdalenas saben a las magdalenas de mi infancia, porque están hechas con un aceite de oliva suave, en el que se fríe una cáscara de naranja que lo deja más suave y ligeramente aromatizado. De este modo quedan mucho más jugosas, y la cáscara de naranja les deja ese inconfundible sabor que tenían las magdalenas que hacía mi madre, cuando todavía no se usaba el aceite de girasol
Estas son las magdalenas del kilo por kilo, porque de todo se pone un kilo o un litro… bueno, yo las he hecho del medio kilo. Se comienaza pesando los huevos y ésto nos da la medida de los demás ingredientes. Así queda una masa más porporcionada, porque los huevos no todos tienen el mismo tamaño
Los ingredientes:
- medio k de harina de repostería
- medio kilo de azúcar
- medio kilo de huevos
- medio kilo de aceite
- 10 g de levadura de repostería
- la raspadura de dos limones
- el zumo de un limón
- la cáscara de una naranja
Preparación:
Se pone el aceite al fuego y se frie la cáscara de una naranja, y se deja que se enfríe antes de hacer la masa de las magdalenas
Se baten las yemas con el azúcar hasta que queda la masa esponjosa, se añade la raspadura y el zumo de limón, y cuando está integrado, se añade el aceite y por último la harina mezclada con la levadura. Una vez que se incorpora la harina es aconsejable batir sólo lo necesaior para hacer la masa homogénea, incluso no importa que quede algún grumito, porque el horno desaparecerá
Se baten las claras a punto de nieve y se incorporan a la masa, entremetiéndola con couidado de que no se bajen demasiado.
Se pone la masa en las cápsulas de papel se espolvorean con un poco de azúcar y se hornean con el horno no muy fuerte, a unos 170º. La cocción suele durar alrededor de media ahora. Cuando están doradas, se sacan del horno y se dejan enfriar
Estas magdalenas son muy jugosas, y quedan mejor en cápsulas grandes. Para evitar una tercera hornada, hice unas cuantas en moldecitos de panettone, y quedaron muchísimo más jugosas
